Y te vas. Aquí me dejas sin importarte la tristeza que me
causa tu ausencia. Sé que es temporal, pero no sé si podré acostumbrarme a
estar sin ti. Añoraré el disfrutarte cada día hasta altas horas de la noche. Y
es que sólo tú me hacías sudar así, me desvelabas por la noche, hacías que me
sobrara la ropa, conseguías que se me cayera el techo de la casa si estaba
mucho tiempo en ella. Había días que me agobiabas tanto que era insoportable,
pero aún así siempre había algo que me relajaba: una cerveza bien fría, un baño
en la playa… Ahora miro al horizonte y todo es triste, los árboles pierden las
hojas, el sol se esconde cada vez más tiempo, la gente ya no sonríe con tanta
facilidad, las fiestas a cualquier hora y en cualquier sitio ya se han acabado…
Y es que te acabas de ir y ya deseo que vuelvas otra vez.
Te quiero VERANO.
Me encanta cariño.
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