jueves, 25 de septiembre de 2014

La Televisión



Hace tiempo que tengo claro que solo hacen tele-basura, pero lo que he visto últimamente ya debería ser hasta denunciable. Y es que ya no se puede ver ni un telediario. Me indigné cuando cortaban el vídeo de los degollamientos de periodistas secuestrados en esos mundos de Alá, pero no tenían ningún pudor en difundir cómo disparaban a un grupo de nativos de esos mismos países. ¿Qué pasa, que un grupo de musulmanes tienen menos valor que un británico, un francés o un norteamericano? ¿No causa el mismo horror ver matar a uno como a otro? Una persona es una persona, da igual donde haya nacido, su creencia o su etnia.

Pero tonto de mí al pensar que ya no podían caer más bajo.

Lo penúltimo ha sido sacar un vídeo de un tigre que ha matado a un niño. Imágenes que lo primero que producen es que apartes la vista y no te creas lo que estás viendo. Y no sé quién tiene más estómago, si el que lo mira en televisión o el vídeo aficionado que tiene los santos … de coger el móvil y grabarlo.

Señores políticos, ¿por qué no dejan de hacer gilipolleces y, entre otras muchas cosas que deberían hacer, no regulan lo que se puede emitir?

Señores de la televisión, ¿no creen que la audiencia no lo es todo? ¿No tiene ustedes un poquito de ética?

Señores periodistas, ¿No creen que se puede informar de todo de otra manera? Tal vez piensen que le van a dar un premio al reportero que grabó una ejecución. La abolición de la censura no significa que puedan difundir cualquier cosa. Quiero creer que aún queda algún profesional que es capaz de dar una noticia que nos haga encoger el corazón sin necesidad de enseñar imágenes que nos hagan dejar de comer, apartar la vista o irnos a la cama sin podernos quitar de la cabeza lo que hemos visto.

¡El horario infantil no se hizo sólo para que no aparezcan tetas o digan palabrotas cuando un niño pueda estar viendo la tele!


Fdo.:


Una persona común con una indignación nada común.