miércoles, 26 de julio de 2017

Esos días



Hay días en los que te preguntas si vale la pena seguir luchando, si vale la pena tanto sufrimiento y la recompensa estará a la altura, si vale la pena lo que estás sacrificando, si valen la pena los daños colaterales que sufren los que te rodean. 

Hay días que no tienes muy claro que la batalla acabe en victoria. 

Hay días en los que te sientes empapado por la lluvia por mucho sol que haya.

 Hay días que no te reconforta nada y lo único que te apetece es que llegue la noche para dormirte y despertarte por la mañana, con la esperanza de que el nuevo día amanezca sin nubes y vuelvas a ver nítido el horizonte.


Lo único bueno de estos días es que son eso, días, y acaban a las 24 horas.









lunes, 10 de julio de 2017

Felicidades abuelita



Hoy es tu día abuelita, pero también es el nuestro, porque para nosotros es una gran suerte tenerte a nuestro lado. Es una gran suerte poder disfrutar de tu energía, de tus abrazos, de tus besos, de tu compañía y de tus palabras.
Aunque no te lo diga con palabras, sabes que te quiero un montón. Lo que no sé si sabes es que estoy muy orgulloso de ti, pues has demostrado que los golpes te pueden tambalear pero nunca hacerte caer.

Te quiero abuelita.




Cuatro años sin ti



Cómo pasa el tiempo. Ya han pasado cuatro años desde que te fuiste. Y no te voy a mentir: hay días que no pienso en ti, aunque son muy pocos. Pero también te digo que hay días que no paro de recordarte. Una foto, un lugar, una frase hace que te recuerde y te añore. Y hay otros días que te necesito. Necesito tu risa, tu mirada, tu consejo, conversar contigo, escuchar tu opinión... te necesito a ti. Hay tantas cosas que me gustaría decirte. Hay tantas cosas que me gustaría que vivieses conmigo. Hay tantas cosas que quiero enseñarte. No te imaginas cuánta falta me haces.
Ven hoy a hacernos una visita, aunque sea rápida, aunque sólo sea para que te pueda dar un beso.

Te quiero papi.





jueves, 6 de julio de 2017

Una adivinanza.



Llegaré a tu vida sin que te des cuenta.
Pondré tu mundo patas arriba.
Destrozaré tu sistema de vida.
Aumentaré tus sentimientos hasta el límite.
Te haré dudar de cada pensamiento.
Anularé todos tus intentos de razonar.
Descontrolaré tus nervios.
Provocaré que te enfrentes con todos, por cualquier motivo y por muy tonto que sea.
Haré que tengas ganas de gritar.
Te convenceré de que nunca estás ni en el lugar ni en el momento correcto.
Conseguiré hacerte creer que se te cae la casa encima.
Te ilusionaré con que puedes con todo sin que llegues a conseguirlo.
Daré rienda suelta a tus hormonas.
Te convertiré en la persona más incomprendida del mundo.
Intentaré que llegues a odiar tu edad y mentirás sobre ella.
Te induciré a momentos de soledad y aburrimiento absoluto.
Te haré creer la más importante de las redes sociales y te haré adicto al móvil.



Atentamente:



















La adolescencia