lunes, 25 de mayo de 2015

La crueldad no tiene edad




En el colegio, tener un apellido llamativo o con mala rima, puede ser bastante traumático durante los primeros meses de clase.
O que el matón del cole te haga la vida imposible, lo que hoy llaman bullying, también puede ser muy traumático e incluso dejar secuelas.
Pero que te hagan sentir como el responsable de un suicidio es algo que sale de mi lógica. Que momentos antes de pegarte un tiro le envíes una foto de la escopeta y una frase de despedida a la chica que te gusta, no tiene perdón. Una niña de dieciséis años no deja de ser eso, una niña que aún se está formando, aprendiendo lo que es la vida y creándose como persona, y recibir un palo así es cruel, muy cruel. Si una persona no está de acuerdo con la vida que le ha tocado vivir y decide abandonarla, que lo haga, con o sin explicaciones, pero que no haga partícipe a nadie, y mucho menos casi responsable. Todos sabemos que ella ha sido la excusa y no el motivo, puesto que el que se quiere ir, se va a ir buscando cualquier excusa. Pero los ratos de dolor, de insomnio, de llantos, de ayuno que está pasando una niña por culpa de un imbécil, no se pueden explicar. Cualquier tipo de consuelo es en vano.
Y no quiero parecer frio con el tema del suicidio de un niño, al revés. Me parece muy triste que una persona que está empezando a vivir y al que le quedan muchísimos sueños por cumplir, pueda estar tan desesperado que llegue a proponerse quitarse la vida. Y no digamos sus padres. La cantidad de preguntas que deben tener sólo es superado por el sentimiento de dolor y culpabilidad que deben sentir y sentirán ya para siempre.

Si lees esto, sólo quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites, que hablar siempre es bueno, que no sólo estoy para las risas, que conmigo también puedes llorar y desahogarte.


Y sobre todo, que eres más fuerte de lo que tú te crees, y que esta experiencia no te hará sino más fuerte. Apóyate en tu familia y en tus amigas, y ya verás que este mal trago pasará mejor y más rápido.



lunes, 18 de mayo de 2015

2 meses y un finde especial






















Es increíble lo que puede dar de sí un fin de semana. Un simple viaje puede estar lleno de sentimientos maravillosos, de sensaciones impresionantes y recuerdos inolvidables. Conocer gente nueva, que te acojan en su familia, que conectes con ellos, que se desvivan por ti, y todo ello en 24 horas, es algo que te deja impresionado. 
Muchas gracias Elena, Fran, Hugo y familia. 

Y si a esto le sumamos todos los sentimientos que hemos compartido en lo que ha sido nuestro primer viaje juntos, pues me quedo hasta sin palabras para definir estos tres días.

Dos meses, sólo dos meses y ya eres el tercer pilar de mi vida, lo que nunca llegué a pensar que tendría. En dos meses me has dado más de lo que puedo asimilar. Y lo más grande es que aún nos queda mucho por recorrer. Cada semana que pasa supera a la anterior en todo. Cada vez te haces querer más. En dos meses ya no somos dos personas que se quieren, sino que ya formas una parte de mí tan grande que somos un mismo espíritu. Eres tan grande que dejas huella en toda persona que tiene la suerte de conocerte.

Gracias por elegirme. No podría haber mejor compañera de viaje. Contigo da igual dónde nos lleve este avión, el destino da igual porque no te imaginas lo que estoy disfrutando del trayecto contigo a mi lado.


Te quiero Mari





lunes, 11 de mayo de 2015

Amor fatal




Hoy quiero confesar que te quiero, que no puedo vivir sin ti. 
Haces que todo sea de color de rosa, que se me olviden los problemas. Consigues que pierda la noción del tiempo. Contigo pierdo la vergüenza, pierdo el miedo, no le temo a nada ni a nadie. Cada día que pasa me haces más efecto, tanto que a veces me cuesta hasta hablar, me suben los calores hasta en pleno invierno. Me sabes tan bien que hay noches que ni ceno. Cada vez puedo estar menos tiempo sin ti. He probado otras, pero siempre vuelvo a ti. Ninguna me hace sentir lo que me haces sentir tú. Me acuesto pensando en ti, y me despierto a media noche soñando contigo. En el trabajo están notando que algo me pasa. Y es que ya no me concentro, sólo pienso en ti,  cada minuto te tengo presente. Te necesito como el aire. Contigo mi corazón se calma, mi pulso se normaliza. Y aunque sé que nuestra relación no terminará bien, no puedo dejarte, no puedo dejar de pensar en ti. Incluso el médico me ha recomendado que te deje, que te olvide, al igual que mi familia y amigos.



Sé que sería lo mejor para mí, pero no puedo, te necesito tanto… WHISKY

jueves, 7 de mayo de 2015

Un amor eterno



          Él se despertó, como cada mañana, con los primeros rayos de sol. Se giró hacia ella y se quedó contemplándola. No pudo evitar que se le escaparan las lágrimas cuando empezó a recordar su historia de amor:
          Un cruce de miradas bastó para saber que estarían juntos toda la vida. Aún sabiendo que eran muy jóvenes, no se separaron nunca. Incluso al salir del colegio quedaban en el parque, disimulando sus roces de manos en el tobogán, o sus miradas en los columpios. Fueron creciendo juntos sus cuerpos y su amor. Acabado el colegio fueron al mismo instituto. Ya sin importar las miradas y sin miedo a sus sentimientos, se les veía aparecer cogidos de la mano. Cada vez era más fuerte la luz que desprendían cuando se miraban por los pasillos. Se fueron a vivir juntos en cuanto tuvieron un trabajo, y vivían con intensidad los anocheceres y los despertares. Incluso el paso de los años no apagó las ganas de salir del trabajo para correr el uno junto al otro. Por supuesto que la vida les puso en apuros varias veces, pero eso no hizo más que agrandar lo que sentían el uno por el otro. Incluso cuando ella ya no le recordaba, él la intentaba enamorar día tras día. En esos últimos años le entregó todo su alma y la cuidó como la había cuidado toda la vida, y era la persona más feliz del mundo cuando ella tenía esos pequeños momentos de lucidez y le decía “te quiero”.
          Mientras la miraba ella despertó y, mirándole a los ojos, le dijo estas últimas palabras: “Te prometo que te esperaré allí donde vaya. Nunca romperé la promesa que te hice de amor eterno. No tengas prisa en venir conmigo, sé todo lo que me has dado y te mereces vivir libre de mi carga. Cuando llegue el momento yo misma vendré a buscarte, pero mientras tanto… vive”.
No tuvo tiempo de contestar. Ella volvió a cerrar sus ojos después de darle un último beso y se fue.
          En ese momento pensó que no podría vivir ni un día sin ella, que sólo pensarlo le angustiaba tanto que le costaba respirar. Iba a ser imposible dejar de abrazarla, de besarla, de escucharla, de impregnarse de su olor, de perderse en sus ojos.
          Y así los encontraron un día después, tumbados en la cama, abrazados y con una sonrisa en sus caras.
          
          Y es que no hay nada como encontrar a esa persona que te haga feliz, que te complete, que te llene por completo. Esa persona con la que quieras vivir todos tus días, a la que quieras abrazar, besar, escuchar, oler y mirar eternamente.



lunes, 4 de mayo de 2015

¿Bailas?



Cuando me levanté este viernes, ya sabía que iba a ser un fin de semana muy bueno. Lo que no sabía es que iba a ir mejorando cada día que pasaba. Y es que cada fin de semana, cada día, cada hora que paso contigo va mejorando al anterior. No sé hasta dónde llegaremos, ni cuál será el límite. Lo que sí sé es que cada momento a tu lado es tan especial que a veces hasta me cuesta respirar. Consigues convertir los nervios en tranquilidad, las interrogaciones en exclamaciones. Siempre superas con creces las expectativas. Dejas una huella imborrable en toda persona que te conoce. Tienes no sólo el don de la belleza exterior, sino también el don de tener un interior espectacular. A tu lado es imposible no sentirse feliz. Me dejo envolver por el aura de sensaciones que desprendes y del cual no me acostumbro a separarme. Me haces partícipe de tantos sentimientos que sólo abrazarte a veces no me basta. Contigo es fácil bailar al ritmo de cualquier música, sin importar quién nos observa.

Me encantaría ser tu pareja de baile cada día.




domingo, 3 de mayo de 2015

Día de la madre


Hoy es el día de la madre.

Un día en el que se felicita a la persona más importante de tu vida. La que te ha criado, la que te cuida, la que te mima, la que te defiende, la que te llama, la que se interesa, la que te escucha, la que te ayuda, la que te protege. La que siempre tiene una sonrisa aunque por dentro esté llorando. La que te ha castigado y le ha dolido más que a ti. La que deja de comer para que tú no te quedes con hambre. La que intenta darte todo lo que ella no tuvo. La que siempre está ahí para apoyarte en tus errores y aplaudirte en tus logros. La que nunca mira el reloj cuando la necesitas. La que comparte tus emociones como suyas. La que no necesita una capa para ser un superhéroe. La que daría todo por ti sin pensarlo. La que nunca pide nada a cambio. La que no conoce palabras como sueño, cansancio, enfermedad, tristeza, egoísmo o rencor. La que no sabe decir “ahora no”. La que ha perdonado tus locuras. La que con un beso tuyo se le van todas las penas.

Una persona que cuando la tienes no le das lo que se merece, y cuando te falta se lo darías todo.

Hoy, quien no tenga a su madre cerca, que se mire al pecho y la felicite, pues seguro que aún la lleva en el corazón.

Y quien la tenga, hoy es un buen día para empezar a devolverle todo el cariño que te da cada día.


Felicidades mami.


Te quiero un montón.