martes, 23 de febrero de 2021

Camino equivocado

 23/02/21


Llevo un tiempo pensando y no consigo descubrir el momento en el que perdimos el rumbo. Es como si hubiéramos llegado a un cruce y, en lugar de seguir con un camino rodeado de verde, hayamos elegido un camino que daba a un precipicio de nieve en el que caemos y caemos y la bola se sigue haciendo más grande.

Y no voy a hablar de política sino de sentido común. O más bien de "mi" sentido común.

Apoyo la libertad de expresión, pero siempre desde la educación y sobretodo el respeto al que no piensa igual.

Apoyo la libertad de pensamiento, pero entendiendo que tu derecho acaba donde empieza el mío.

Apoyo el derecho a la manifestación, pero sin piquetes ni violencia que impidan a los demás seguir con su vida, sus estudios o su trabajo.

Apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, pero no a su atadura de manos y observación con lupa, actualmente culpables de todo y violentos con pelotas de goma.

Apoyo la democracia y el referéndum, pero no al antojo y con las condiciones acordadas unilateralmente por la clase política.

Apoyo a la justicia y a los jueces, pero en su espectacular figura de espada, balanza y venda en los ojos.

Apoyo a la educación, pero no al adoctrinamiento ni a la enseñanza obsoleta.

Apoyo a la información, pero no a la subjetividad ni a su falta de ética ni estómago.

Apoyo a las redes sociales, pero no a los borregos de hoy en día que se creen y defienden cualquier cosa sin molestarse en contrastar lo que leen y/o escuchan.

Apoyo a la salud por encima de todo, pero no a la controlada por inexpertos o descerebrados.

Creo que poco a poco se fue perdiendo la autoridad y el respeto sumado a que internet ha hecho a muchos más tontos en lugar de aprovechar esa gran oportunidad de aprender cualquier cosa que se desee.


El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

-Aristóteles