miércoles, 13 de noviembre de 2019

Si no lo digo, reviento

13/11/19

No suelo hablar de política. Y no porque no me guste sino porque cada vez que hablo del tema con alguien, lo único que hago es defenderme de las críticas hacia mi manera de pensar, siendo atacado por mentiras y las ideas que inculcan las redes sociales en lugar de debatir sobre unas ideas u otras. Y es que hoy en día me da la sensación de estar rodeado de borregos que siguen lo que le dictan, sin tan siquiera dudarlo. Me da la sensación de que la mayoría (y me perdonarán pero hablo sobre todo de los jóvenes), son como caballos con orejeras que sólo pueden ver en una dirección sin darse cuenta de que alrededor hay un paisaje que se están perdiendo. Y gran culpa la tienen las redes sociales donde creen, sin ni siquiera pensarlo, lo que alguien ha escrito y muchos han "retuiteado" dando igual si es verdad o mentira.

Si se parasen a pensar, tan solo un poco, por lo menos tendrían alguna duda y se harían preguntas que por otro lado son necesarias para crecer como persona.

Y como en este caso voy a comentar lo sucedido últimamente en este país al que cada vez entiendo menos, yo me pregunto:

¿Cómo puede ser que, después de siete meses sin llegar a un acuerdo y convocar nuevas elecciones, lleguen a un acuerdo en menos de 48 horas?

¿Qué ha hecho modificar tanto los hábitos nocturnos de una persona de manera que antes no podía dormir con alguien así a su lado y  ahora no tenga problemas?

¿Cómo puede una persona cambiar tan drásticamente de opinión asociándose con alguien al que no quería ni ver hace unos meses?

¿Cómo la gente le tiene más miedo a un partido con unas ideas claras y no a un partido que, y no va a ser la primera vez, va a bajarse los pantalones ante gente aún más radical en sus pensamientos?

¿No es demasiada coincidencia que lo que está pasando haya pillado al rey lejos y que Europa apoye, de repente y en este justo momento, a un prófugo y a un condenado que curiosamente son de partidos radicales que tienen en su mano un posible gobierno?

¿Aún hay alguien que piense que la pasividad ante algo tan grave como lo ocurrido en Cataluña sólo haya sido la alfombra roja que estaba preparando para este momento?

¿No existe nadie de este partido que esté cabreado porque, como a muchísimos españoles, les han mentido sin ni siquiera despeinarse?

Y aún seguiría, pero esto se haría demasiado largo. Así que termino con la última de las preguntas que me hago:


¿Se piensan que somos gilipollas?








martes, 5 de noviembre de 2019

Feliz reencuentro

05/11/19



Alguna vez he hablado de lo orgulloso que estoy de mi familia y de lo que la quiero. Aún así hay veces que se agranda ese sentimiento.

La felicidad son momentos y lo difícil es que ese momento sea continuo y duradero. Pues yo lo he sido durante cada segundo de estos tres días enteros. Desde el viernes por la mañana cuando me levanté sabiendo que iba a hacer un viaje muy especial para mí con mi mujer, hasta el domingo por la noche que volví a acostarme en mi cama, he vivido intensamente un sentimiento de felicidad.

Y es que, después de 18 años, regresar al pueblo de mis padres donde tantas cosas he vivido desde niño, reencontrarme con gente a la que no veía durante todo este tiempo y que te reciban de esa manera es... no sé, no encuentro un adjetivo a la altura de lo que he sentido.

Nos recibisteis con enorme cariño demostrando que la distancia enfría pero la cercanía es capaz de reavivar un fuego que nunca ha llegado a apagarse.

Y hoy puedo volver a decir que tengo una familia increíble de la que estoy tremendamente orgulloso.

Gracias, gracias y mil veces gracias.

Os quiero un montón.