06/11/18
Ayer leí una frase con la que estoy totalmente de acuerdo:
"Dormir acompañado de la persona que quieres es uno de los mayores privilegios que te pueden dar"
Acostarte a dormir no es solamente eso. Es tocar su piel, acurrucarte a ella, notar su respiración, que se te escape un suspiro al abrazarla, quedarte embobado mirando cómo duerme, buscar el contacto aún dormido, un beso de buenas noches, un "te quiero" o despertarte feliz de que ella sea lo primero que ven tus ojos al abrirlos.
Todo esto son muchas de las cosas que siento desde la primera noche que me quedé a dormir con ella.
Y es que, como dice la frase, cada noche a su lado ha sido un privilegio del que no me canso de disfrutar.
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