El piso que compramos no es muy grande y mucho menos cuando vivimos seis personas en él. Y, por lógica, la cocina es más bien pequeñita. Como mi cabeza no para de pensar en hacer cosas y después de darle vueltas a la distribución (cosa que no puedo ni quiero cambiar), decidí aprovechar ese espacio perdido que hay entre los armarios superiores y el techo que lo único que hace es llenarse de grasa y polvo.
No se ve muy bien porque esta foto es de cuando
la miramos para comprar.
Así que me puse manos a la obra.
No encontré puertas iguales de esa cocina así que desmonté un escritorio que íbamos a tirar y que el color se parecía mucho, compré unas maderas, bisagras y tiradores iguales y este es el resultado:
No ha quedado perfecto, pero al menos ahora hay espacio para guardar cosas y se ha utilizado un espacio perdido.
Ya estoy trabajando en nuevos proyectos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario