Me despierto.
Mientras voy abriendo los ojos veo como se va
marchando el sol.
Decido que es un buen momento para dar una vuelta.
Salgo y me
dejo llevar por el viento.
A veces pienso que todo el mundo está en mi contra,
que van a por mí.
Me paro a picar un poco y continuo con mi pequeño viaje.
Me
paro a descansar en un banco y observo a la gente.
La verdad es que nunca los
podré entender, son de otra especie.
Sigo avanzando y veo a lo lejos a una
chica. Es rubia, piel blanca y mofletes colorados.
Me voy acercando a ella y
pienso que me encanta su cuello.
Decido ir a por ella, pero algo me detiene de
golpe. Es un cristal. No importa, buscaré la puerta, estoy decidido.
De repente
se hace más oscuro. Algo enorme se dirige hacia mí.
Esta vez no conseguiré
escapar.
Adiós.
Es dura la vida de un mosquito.
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