A veces pasan cosas sin proponértelas, sin darte cuenta.
A veces, el “¿te hace un último café?” puede llevarte a un
café especial, el cual no quieres que acabe.
A veces una larga conversación puede acabar en unas palabras
silenciosas por una mirada, y silenciadas por un beso.
A veces los puntos se convierten en comas.
A veces los espacios encogen, la gente de tu alrededor desaparece,
o simplemente se quedan mudas.
A veces los latidos del corazón no dejan escuchar la música
de fondo.
A veces no consigues dormir, sin saber muy bien el motivo. O
las pocas horas de sueño te reponen más que una larga visita a los mundos de
Morfeo.
A veces escribes, respondes y conversas, y lo único que te
hace regresar al mundo es el sonido de una batería baja.
A veces deseas que el tiempo pase rápido, y después corre
demasiado.
A veces pasan cosas sin proponértelas, sin darte cuenta… O puede que no sea así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario